Toda Revolución tiene su contrarrevolución, según los estudiosos de la sociedad. A cada acción corresponde una reacción, señalan los físicos. La Revolución Popular Sandinista (RPS) que triunfó el 19 de julio de 1979 tuvo también su respectiva contrarrevolución, que, creada y apoyada por el gobierno de Estados Unidos, empezó, a través de la Agencia Central de Inteligencia, a reagrupar a los restos de la derrotada Guardia Nacional, dispersos en Guatemala, El Salvador y Honduras, tan temprano como en agosto del mismo año, sacando del escenario a la familia Somoza, para realizar sus primeras acciones militares en diciembre de 1979. Según Manuel Espinoza Jarquín, solamente en 1980 hubo 99 agresiones armadas por parte de la contrarrevolución somocista y el ejército hondureño. Pero la agresión militar duró 10 años, de ahí el título de este libro, La revolución sandinista y su heroica defensa, con el subtítulo: un Playa Girón de diez años.