El objetivo de esta investigación es comprender mejor la degradación del agua de riego por salinización, en el contexto actual de Senegal. Desde hace más de tres décadas, Senegal es testigo de una degradación continua de la tierra, que se traduce en un colapso permanente de los resultados agrícolas. El verdadero problema al que se enfrenta la agricultura senegalesa es la pronunciada pérdida de fertilidad del suelo y de la calidad del agua de riego.Los estudios realizados por el CILSS en noviembre de 2010 muestran que de las 3.805.000 ha de tierras cultivables de que dispone Senegal, unas 2.400.000 ha están gravemente degradadas, es decir, el 63%. Esta pérdida de suelo se debe principalmente a los efectos combinados de factores como el uso de fertilizantes químicos, los cultivos de tala y quema, la deforestación masiva, la sobrecarga de ganado, la mala calidad del agua de riego y, sobre todo, la disminución y la inestabilidad de las precipitaciones, en parte como consecuencia de la disminución de los bosques naturales, con unas 20.000 ha de bosque perdidas cada año.
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