El nuevo paradigma de la educación pone énfasis en privilegiar el aprendizaje constructivista como una forma de crecimiento cognitivo en los alumnos, puesto que la sociedad de hoy exige hombres y mujeres capaces de adaptarse a los cambios tecnológicos, políticos, sociales y por tanto educativos. Sistematizar la práctica educativa resulta un recurso didáctico dentro del cual se establecen los criterios para desarrollar planes, programas, objetivos, instrumentos, técnicas de aprendizajes y evaluación de resultados, que favorezcan el desarrollo intelectual de los estudiantes. Determinar qué otorga valor y progreso a una sociedad no está en la cantidad de información que se genere, sino en la aplicación de esa información y su finalidad, que es crear nuevos conocimientos. En este sentido, es función de la escuela y profesores brindar una educación congruente a las demandas educativas del momento, para ello, será necesario contar con recursos innovadores en su práctica educativa, con habilidades y competencias acordes a las necesidades del hombre del siglo XXI.