En consideración del crecimiento económico mundial, las desigualdades sociales y la degradación ambiental son las características de nuestra realidad actual, donde se presentan retos y desafíos sin precedentes para la humanidad. Lo que hace necesario transformar el paradigma de desarrollo do-minante en uno que nos lleve por la vía del desarrollo sostenible, duradero e incluyente y con visión de largo plazo. Ya que las brechas que disponemos son estructurales y de escasa productividad, con segregación y con rezagos en la calidad de los servicios sobre todo en educación y salud; estos que generan impactos desproporcionados en los eslabones más pobres y vulnerables de la sociedad.