Dentro de los principales problemas a los que se enfrentan las instituciones de educación superior están: la deserción, el rezago y los bajos índices de eficiencia terminal. Según datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), de cada 100 alumnos que ingresan a una universidad: el 36% abandonan sus estudios en el primer semestre. Dicha cifra se incrementa en los semestres subsecuentes hasta alcanzar el 46% al término del periodo de formación. Este índice de deserción se encuentra marcado por una cadena de materias reprobadas y bajos promedios en las calificaciones. Un recurso para facilitar la adaptación del estudiante a al escuela y abatir los índices de reprobación, deserción y baja eficiencia terminal ha sido la Tutoría.La tutoría de acuerdo al PIT, es un proceso de acompañamiento durante la formación de los estudiantes; que se concreta mediante la atención personalizada a un alumno o grupo reducido de alumnos por parte de académicos competentes y formados para esta función; pero al parecer no ha quedado claro en el papel que el tutor de esta institución ha venido desarrollando, pese a los diversos programas de capacitación.