La Ultima Palabra La Tiene Dios - Castaneda, Marlene Marina
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Su nombre era Gina Ester Selva y su apellido de casada Attalla. Nació en una pequeña ciudad al sur esté de Managua Nicaragua en Centro América llamada Bluefields. Tenía cuarenta y cuatro años de edad, y era la séptima hija del matrimonio compuesto por Leopoldo Selva y Amparo Hurtado. El matrimonio tuvo once hijos siete mujeres y cuatro varones. Gina siempre fue una excelente estudiante, tanto en primaria como en secundaria. Ella y yo fuimos más que hermanas, éramos hermanas en Cristo y en la carne, siempre fuimos muy unidas; nunca me dijo cuáles eran sus sueños o metas, lo único que puedo…mehr

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Produktbeschreibung
Su nombre era Gina Ester Selva y su apellido de casada Attalla. Nació en una pequeña ciudad al sur esté de Managua Nicaragua en Centro América llamada Bluefields. Tenía cuarenta y cuatro años de edad, y era la séptima hija del matrimonio compuesto por Leopoldo Selva y Amparo Hurtado. El matrimonio tuvo once hijos siete mujeres y cuatro varones. Gina siempre fue una excelente estudiante, tanto en primaria como en secundaria. Ella y yo fuimos más que hermanas, éramos hermanas en Cristo y en la carne, siempre fuimos muy unidas; nunca me dijo cuáles eran sus sueños o metas, lo único que puedo decir que ella fue una linda persona como hermana y como amiga, fue una excelente madre y abuela. Tuvo una infancia muy diferente debido a que le hizo falta nuestra madre. Ella creció al lado de nuestro padre y de nuestra abuela materna. A los once años de edad ella se vino a vivir aquí a los Estados Unidos con nuestra madre y conmigo. A los diecisietes años de edad Gina se casó y tuvo dos hijas Kristina y Kimberly .A los veintitrés años de edad Gina se enferma de leucemia y desde allí ella vive una vida de enfermedad en enfermedad ella ya no fue la persona que era antes, y el 27 de Agosto del 2009 Gina muere de un paro respiratorio en un Hospital en California. Pero lo lindo y precioso de todo esto es que Gina muere conociendo las cosas de Dios. Y como todos sabemos que el morir en Cristo es ganancia y como dice la palabra de Dios en San Juan (3) 15: Para todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Y como hermana de Gina solo quiero decir que la extraño mucho pero sé que ella está en un lugar mejor.