La planificación familiar y el uso de anticonceptivos por programas de salud se ha visto direccionado principalmente hacia la mujer, marcando desigualdad entre hombres y mujeres, ya que la participación del varón en la regulación de la fertilidad es escasa y se encuentra limitada a métodos tradicionales como abstinencia periódica, coito interrumpido y uso del preservativo, aunado a este se encuentra la vasectomía sin bisturí que es la técnica actual empleada de esterilización definitiva quirúrgica. Este último es un procedimiento quirúrgico altamente efectivo, eficaz y sus cuidados postoperatorios necesarios son menores e implican menor riesgos comparados con los de la Oclusión Tubaria Bilateral (OTB) o salpingoclasia (cirugía femenina), además es menos costosa a pesar de ello es poco usado por los hombres que han satisfecho sus deseos reproductivos, tanto así que actualmente en México la elección de este método representa únicamente el 2.4% del total de métodos anticonceptivos usados. Todo lo anterior debido a que en la actualidad sigue siendo un tabú para los hombres.