La gravedad de la violación es evidente, excepto cuando ocurre de verdad. Lo evidente da paso entonces a la negación, la minimización o la culpabilización de las víctimas. En resumen, o la violación no ocurrió, o no es nada, o es un poco por culpa de la víctima. Es lo que se llama la desintegración de la violencia sexual, que se produce no sólo entre los agresores, sino también entre el entorno de las víctimas, e incluso dentro de las instituciones. Para acabar con esto, hay que reflexionar sobre la violencia y su gravedad, pero también sobre el sexo. Ocurre que nadie sabe realmente nada de esto.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.