En su Autobiografía, san Ignacio de Loyola se refería a sí mismo como el peregrino . Creo que muy pocas experiencias definen tan bien como ésta la condición humana: sobre todo cuando se camina en la vida con un horizonte trascendente, cuando se intenta ir más allá de objetivos meramente pragmáticos o intrahistóricos, cuando se procura encarnar cada vez más y mejor los valores que verdaderamente humanizan y elevan la vida. El presente librito procura poner en palabras algunas reflexiones que me fueron surgiendo en relación a la propia peregrinación por el camino de Santiago . Me pareció que podrían traducir muy bien la noción de "homo viator", hombre en camino , motivando una meditación de tinte ético-espiritual-pastoral que ayude a descubrir la propia vida como una decisiva peregrinación hacia Dios y el prójimo.