La guerra y el sacrificio humano, fueron usados por los antiguos gobernantes mesoamericanos como mecanismos ideológicos para mantener el poder. La primera servía como la proveedora de las víctimas humanas que eran inmoladas en las celebraciones públicas que año tras año, mes tras mes, se realizaban en las grandes capitales del México antiguo. Pero era esta una violencia controlada, domesticada. En este ensayo se analizan el sacrificio humano en virtud de su eficacia social y no únicamente de su eficacia cósmica, lo cual se ha privilegiado en la mayor parte de los estudios históricos sobre Mesoamérica. Por el contrario, la guerra ha sido ampliamente estudiada desde el punto de vista social, es su carácter ritual el que ha sido dejado de lado. Se tomaron en consideración datos arqueológicos e históricos de la zona maya y el centro de México en los que se resalta que los gobernantes mesoamericanos hicieron uso de los mismos mecanismos durante la larga historia de esta extensa área cultural para mantener a sus gobernados como una masa.