10,99 €
inkl. MwSt.

Versandfertig in 1-2 Wochen
payback
5 °P sammeln
  • Broschiertes Buch

Por su título, "La vuelta de Nandín" (1943), debería de haber profundizado en las causas y consecuencias de la emigración asturiana. Por el contrario, da más protagonismo al noviazgo secundario y perpetuo, con muchos apartes cómicos, de Nolo, un americanín, siempre añorante de aquella Habana que le mostrara juergas, risas y distracciones, paseos, buena comida, y trabajo limpio, que se convertido en peón caminero del estado, y María, una cuarentona con muchas ganas de casarse, reiterándose en sus encuentros y desencuentros, y desviando el interés, para así subrayar el enorme vacío que deja el…mehr

Produktbeschreibung
Por su título, "La vuelta de Nandín" (1943), debería de haber profundizado en las causas y consecuencias de la emigración asturiana. Por el contrario, da más protagonismo al noviazgo secundario y perpetuo, con muchos apartes cómicos, de Nolo, un americanín, siempre añorante de aquella Habana que le mostrara juergas, risas y distracciones, paseos, buena comida, y trabajo limpio, que se convertido en peón caminero del estado, y María, una cuarentona con muchas ganas de casarse, reiterándose en sus encuentros y desencuentros, y desviando el interés, para así subrayar el enorme vacío que deja el emigrante. Nandín es un joven bueno, formal y cariñoso, que ha elegido emigrar realista y juiciosamente, que discurre con lógica, y se va por el mundo, aprovechando que tiene un tío exitoso en La Habana, para trabajar y hacer dinero, para hacerse un hombre hecho y derecho, y aprender un oficio. Se lo toma como una transición vital, para así poder valorar desde la distancia aquella aldea de Villarín, caracterizada por la incultura y la ignorancia, y, aunque sólo lo insinúa, para merecer el amor de una Sarita, hija de Casimiro, un aristócrata y altruista aldeano, con más sombras que luces, ya que ha estado escamoteando durante un decenio a su hija aquella correspondencia ultramarina llamada a convertirse en su alimento emocional, y que ahora, por sus locuras, despilfarros y la enfermedad, es pasto de la usura, y está obligado a parasitar a su bondadosa hija. Sólo al final, cuando ambos deciden abandonar con nocturnidad, para no provocar la compasión o la alegría cobarde, recuperará algo de esa dignidad de la pobreza, impidiéndole ofrecer a su hija a aquel chigrero prestamista. La gran lección de esta obra es que a Nandín nada parece haberle desviado en su periplo de sus tres grandes amores: la madre, la tierrina y su moza. No se ha dejado llevar por añoranzas, y nada le ha impedido seguir mirando hacia adelante, ya que estos tres cariños nunca le hicieron desfallecer en la lucha.