La Batalla de Monterrey de 1846 es uno de los sucesos militares, políticos y sociales más importantes del noreste mexicano en el siglo XIX, que logró acercar por primera vez a dos naciones separadas históricamente por el idioma, la religión y las costumbres. Este hecho fue por años olvidado por historiadores, políticos y militares, que la desdeñaban por formar parte de una saga de batallas pérdidas ante el invasor estadounidense. Por eso es importante difundir los procesos históricos de la patria y de la matria, para infundir civismo, nacionalidad y legado que formen una sociedad con conocimiento de su vida histórica y que rehúse a tomar los senderos de fracaso que se han cimentado a lo largo de estos ciento noventa años de vida independiente. Es la Batalla de Monterrey de 1846 un parteaguas en la historia de la región y en la vida nacional, que significó gloria para algunos, como el general Zachary Taylor quien se catapultó a la Casa Blanca, pero fue muerte y el fin para 243 hijos de varias naciones. La invasión norteamericana a Nuevo León (1846-1848) desnudó a la ciudad santa de frontera ante la nueva realidad: una línea divisoria, dos vecinos, dos mundos diferentes.