A pesar de las diferencias históricas, económicas, sociales, jurídicas y geopolíticas entre México y Polonia, las transformaciones tanto económica como democrática dieron origen a concepciones oficiales de la pobreza que coinciden en ser distintas respecto a las que desarrollaron los fundadores del neoliberalismo y sus seguidores más fieles, la pregunta central de este texto es ¿por qué surgieron estas diferencias? Ya que las concepciones establecidas en ambos países contienen elementos liberales y antineoliberales que reflejan impactos de fuerzas, tanto exógenas como endógenas, de los actores y las instituciones, de las organizaciones no gubernamentales, de los partidos políticos, de la sociedad civil, de los organismos internacionales. Entre los principales elementos antineoliberales analizados se encuentran: la continuidad del paternalismo y el clientelismo en la ayuda a los pobres, la participación ciudadana limitada a la recepción de ayuda económica, el empoderamiento sin poder político real; del mismo modo, la convivencia conflictiva entre la universalización de los derechos sociales y la precariedad en los ámbitos de oportunidad y calidad, la multidimensionalidad en la concepción de la pobreza y la imposibilidad de hacer una medición de esa naturaleza en los círculos del poder.