Desde hace bastante tiempo nadie duda acerca de la radicación de la salud y la enfermedad mental en el cerebro. La psicología especulativa se está retrayendo dejando paso a la psicología neurocientífica que busca las causas de los padecimientos mentales en el cerebro y la solución o alivio de enfermedades graves como la esquizofrenia o las demencias que no responden satisfactoriamente a ella.La psiquiatría, la psicología y la neurología se vuelven a unir en numerosos aspectos de la salud y la enfermedad mental utilizando terapéuticas actuales. De ningún modo el llamado modelo neurobiológico de la salud o la enfermedad mental se cierra sobre sí mismo, por el contrario se abre al entorno. La medicina y en especial la psiquiatría aún no han definido con precisión las coordenadas que permiten ubicar, categorizar y clasificar los estados mentales anormales. Pero sí sabemos que la mente no es el alma inmaterial sino un sistema de procesos cerebrales que pueden ser modificados por ciertos medicamentos, palabras y gestos y en todo caso aliviar al doliente, al enfermo, es decir al que sufre.