Con el procedimiento de un matemático que hubiese derivado en las humanidades, el autor de Las malas palabras estudia el cuerpo poético de los Años Cero en su "zona lateral": escrituras (sub)urbanas, escrituras femeninas, escrituras queer... esas que llamaríamos (agitando en un frasco de laboratorio a Derrida) "poéticas de la différance". Tales escrituras son examinadas aquí por el bisturí gramatical de Ángel Pérez; tatuadas para el imaginario de la nación en sus atributos de formas, rastros y códigos simbólicos generacionales. Los ensayos reunidos en este libro -atravesados por un lenguaje que, buscando evidencias, se halla a sí mismo en una espiral de pensamientos- dicen también del exquisito carácter, estilo y gusto estético del autor: modos de contar/conducir una charla ilustrada de poesía; exposición manifiesta en el placer del hallazgo, en la retórica encontrada al arriesgar, explicar(se), líneas adentro, en un territorio que representa "una puesta en forma poética" de la Cuba contemporánea.