Nuestra hipótesis de trabajo es que, en realidad, los médicos no basamos las prácticas y los conceptos que manejamos tan racionalmente como presumimos si no a partir de constructos socio-culturales que parecen seguir lo dicho por Canguilhem y Caponi en sus trabajos: "hagamos más drástico el enunciado kantiano: no hay ciencia de la salud; la salud no es un concepto científico, es un concepto vulgar. Lo que no quiere decir trivial, sino simplemente al alcance de todos". Las modas en la conducta médica aparecen y desaparecen: lo que hoy parece cierto y se usa, mañana puede dejarse de lado sin mayores explicaciones. Los riesgos de estas conductas están a la vista pero no parece haber aprendizaje y una nueva moda sucede a la dejada de lado.