El apolíneo centrado en su armadura hecha de finos materiales, mira con desprecio a su dionisíaco que ruge por mostrarse en cuanto es. Lo exterior trata de matar la belleza de la interioridad porque no tolera su luz. Las pulsiones están latentes, somos animalidad en nuestra naturaleza, pero desconocer esto nos ha mantenido esclavos en un punto de la cuerda nietzscheana, y no hemos avanzado en dos mil años, quizá porque pensamos que estamos condenados a permanecer en ese estado originario. Corremos tras una amarga finitud, olvidando la divinidad de lo infinito. Hacemos un recorrido por las alamedas del ser que está inmerso en una cotidianidad en la que se muestra apolíneo, aun cuando lo dionisíaco quema el alma deviniendo un ontológico crucificado por una vida cosificada. En este libro nos tomamos de la mano de filósofos como Nietzsche, Buber, Heidegger, Gadamer, Bauman, Osho, Moreno, y otros, para entretejer la urdimbre de la vida con la realidad que grita que llevamos dos mil años con principios erráticos, por llevar a cuestas las máscaras que alejan de lo verdadero, mostrando una ausencia de la presencia.