Lazarillo de Tormes es una obra fundamental del siglo XVI que representa la incipiente novela picaresca en la literatura española. A través de las desventuras de Lázaro, un huérfano que es obligado a sobrevivir en un mundo cruel y corrupto, el texto explora temas de miseria, hambre y engaño, todo ello con un estilo realista y un tono de sátira social. Esta obra anónima, cuya autoría ha sido objeto de debate, se sitúa en un contexto de profundas transformaciones sociales y políticas en España, marcando una crítica a la hipocresía y la desigualdad de la sociedad de su tiempo. El autor anónimo de Lazarillo de Tormes ha perdurado en el tiempo quizás porque su identidad se ha diluido entre las múltiples lecturas e interpretaciones que ha suscitado la obra. Es posible que este autor haya sido un observador astuto de la realidad social y las dinámicas de poder de la época, lo que le permitió presentar una visión mordaz y auténtica de las clases bajas y sus interacciones con las élites. Esta perspectiva crítica sitúa a su protagonista en un recorrido que refleja las condiciones de vida de muchos durante el Renacimiento. Recomiendo encarecidamente leer Lazarillo de Tormes a aquellos interesados en las raíces de la narrativa moderna y la literatura en español. Su estructura epistolar, junto con su aguda crítica social, no solo proporciona una experiencia literaria cautivadora, sino que también invita a la reflexión sobre las desigualdades que persisten en la actualidad. Esta obra es un espejo de la humanidad que sigue resonando en la actualidad.