Un elemento importante a la hora de establecer un diagnóstico, es el conocimiento de la frecuencia relativa de las lesiones o de su prevalencia en un punto determinado del tiempo. Clasificaremos las úlceras orales según su forma de presentación en dos grandes grupos: agudas, aquellas que se instauran bruscamente y duran un corto periodo de tiempo y crónicas que evolucionan en un tiempo largo y continuo. Dentro de las agudas tenemos la Úlcera traumática, Estomatitis aftosa recurrente, Enfermedad de Beçhet, Infecciones virales, Infecciones bacterianas, Sialometaplasia necrotizante, Reacciones alérgicas, Eritema exudativo multiforme, Síndrome de Stevens-Johnson, Relacionadas con hemopatías, Relacionadas con tratamiento oncológico. Crónicas como las Úlceras inducidas por fármacos, Liquen plano oral Enfermedades vesículo-ampollosas, Lupus eritematoso, Síndrome de Reiter, Tuberculosis, Micosis, Otras enfermedades bacterianas y parasitarias, Úlcera eosinofílica y el Carcinoma oral de células escamosas.