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Esta sátira, que publicó la Academia Española en el año 1782 y reimprimió después en la colección de obras premiadas, ha sido posteriormente corregida por el autor para darla de nuevo a la prensa. Divídese en ella la poesía en sus tres géneros principales: lírico, épico y dramático, prescindiendo de los demás en que éstos pueden subdividirse. Así logró el autor hacer más metódico y perceptible el plan de su obra, reduciéndole a lo que el poeta canta en la exaltación de su fantasía y de sus afectos; a lo que refiere, celebrando los héroes y los grandes sucesos que le dicta la historia; y a lo…mehr

Produktbeschreibung
Esta sátira, que publicó la Academia Española en el año 1782 y reimprimió después en la colección de obras premiadas, ha sido posteriormente corregida por el autor para darla de nuevo a la prensa. Divídese en ella la poesía en sus tres géneros principales: lírico, épico y dramático, prescindiendo de los demás en que éstos pueden subdividirse. Así logró el autor hacer más metódico y perceptible el plan de su obra, reduciéndole a lo que el poeta canta en la exaltación de su fantasía y de sus afectos; a lo que refiere, celebrando los héroes y los grandes sucesos que le dicta la historia; y a lo que enseña, poniendo en el teatro una imagen de la vida, copiando los vicios ridículos o terribles, para inspirar en el ánimo el amor a la verdad y a la virtud. En la lírica, después de hablar de los argumentos triviales y de ningún interés, censura los vicios de estilo, las metáforas violentas, la exageración, la redundancia, los conceptos falsos, los juegos de palabras, los equívocos y retruécanos. Culpa la perjudicial manía de componer de repente, y la de solicitar el aplauso del vulgo con bufonadas y chistes groseros que desacreditan a su autor y a quien los celebra. Desaprueba en los poetas antiguos el uso destemplado de voces y frases latinas, de que resulta un estilo afectado y pedantesco, aludiendo particularmente a las obras de Góngora, Villamediana y Silveira; y en los modernos la mezcla absurda de los arcaísmos con palabras, acepciones y locuciones francesas que, alterando la sintaxis de nuestro idioma, destruyen por consiguiente su pureza y su peculiar elegancia.