Pocas ocasiones en la vida hablamos del valor del fracaso porque creemos que fracasar socialmente está mal visto. Nos han hecho creer que en la vida no deberíamos fracasar y entonces, se nos impulsa y manipula siempre a la búsqueda del ¿éxitö. ¿Pero qué sucede realmente cuando decimos o creemos que alguien fracasa? Que por lo general será mal visto e incluso será excluido de su familia, de sus amigos si los tiene y de su núcleo social. Aquí no se trata de lo que de manera permanente se nos dice ¡Levántate otra vez e inténtalo de nuevo! No. Así no funciona el valor del fracaso ni de la vida. Si bien es cierto que tantas veces como fracasamos debemos levantarnos, deberíamos encontrar el verdadero valor del mismo y sobre todo, qué significa para nosotros y no para los demás, ya que necesariamente, el fracaso tiene un sentido. ¿Alguna vez se lo has encontrado?