29,99 €
inkl. MwSt.
Versandkostenfrei*
Versandfertig in über 4 Wochen
  • Broschiertes Buch

Este trabajo de investigación es fruto de una intuición y una experiencia personales resultantes de un sentimiento de profundo vacío por llenar y de un déficit aparentemente creado por la tradición oral marcada por el genio de la cultura Bashi en su evolución sin literatura escrita.De hecho, es al mismo tiempo un instrumento práctico al servicio de la comunidad, propuesto para su uso en una ceremonia inculturada como mensaje transmitido por el pueblo Bashi convertido hoy en creyente y cristiano sobre todo, que lo utilizará con la expresión auténtica de su fe en Dios a quien debemos nuestro…mehr

Produktbeschreibung
Este trabajo de investigación es fruto de una intuición y una experiencia personales resultantes de un sentimiento de profundo vacío por llenar y de un déficit aparentemente creado por la tradición oral marcada por el genio de la cultura Bashi en su evolución sin literatura escrita.De hecho, es al mismo tiempo un instrumento práctico al servicio de la comunidad, propuesto para su uso en una ceremonia inculturada como mensaje transmitido por el pueblo Bashi convertido hoy en creyente y cristiano sobre todo, que lo utilizará con la expresión auténtica de su fe en Dios a quien debemos nuestro ser, movimiento y existencia como dice San Pablo (Hechos 17:25-28).La herencia en los bushi es un hecho cultural e histórico definido como "patrimonio dejado por una persona fallecida y transmitido por sucesión". Esta noción se aborda para dar cuenta de esta ceremonia cultural concebida esencialmente como una herramienta de uso puesta a disposición de la comunidad para servir de paradigma, con el ancla de la inculturación para marcar la autenticidad de nuestra fe y su identidad propia en el subtítulo.
Autorenporträt
Abbé Kataraka Damien, sacerdote secular da Arquidiocese de Bukavu na RDC, foi ordenado em 5/8/1990 em Nyangezi.Actualmente é secretário do Arcebispo de Bukavu e responsável pela Comunidade de Santo Agostinho na Arquidiocese de Bukavu.Celebrando os seus 32 anos de sacerdócio, quis deixar uma marca indelével nas gerações futuras.