Las lesiones vasculares abdominales se encuentran entre las lesiones más letales sufridas por los pacientes traumatizados y su tratamiento está plagado de dificultades, presentando numerosos retos para el cirujano traumatólogo de hoy en día). Para agravar el problema, la exposición de los vasos hemorrágicos retroperitoneales es bastante difícil y requiere una amplia disección y movilización de los órganos intraabdominales. Estas maniobras consumen mucho tiempo y están plagadas de escollos, ya que la disección rápida a través de grandes hematomas retroperitoneales puede provocar lesiones iatrogénicas en pacientes que no pueden permitirse más hemorragias incontroladas. Las lesiones vasculares abdominales rara vez son aisladas. De hecho, las lesiones asociadas múltiples son la norma más que la excepción, lo que aumenta no sólo la gravedad, sino también el tiempo necesario para reparar muchas de estas lesiones asociadas a menudo críticas.Está claro que la mejora de los resultados es generalmente el resultado de intervenciones quirúrgicas rápidas y precisas por cirujanos traumatólogos con amplia experiencia en el tratamiento de estas lesiones. Lo más importante es que la experiencia del cirujano traumatólogo es el factor clave para lograr resultados satisfactorios.
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