El Liderazgo docente es fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje, dado que, en este proceso, se requiere del compromiso pleno y actitudinal del profesional en la adquisición de patrones de conductas que permitan influenciar su praxis educativa hacia la optimización del rendimiento académico de los estudiantes. A través del liderazgo el docente puede direccionar a cada estudiante al logro de asignaciones y competencias pedagógicas, pudiendo evaluar sus capacidades, recursos y medios de acuerdo a lo que se espera de cada uno en el cumplimiento de tareas, brindando las herramientas para la capacitación plena de un proceso escolar. Esta habilidad desarrollada en los docentes es necesaria hacia una cultura de paz en los estudiantes, porque es un proceso basado en los principios morales y éticos de cada sociedad, en el que se busca instaurar en la formación educativa e integral del ser humano, los criterios abocados a la paz, donde la integridad, cooperación y unidad son los indicadores que sustentan la educación y formación ciudadana.