Hay en el mundo de hoy varias crisis atribuidas a la ausencia de un liderazgo auténtico que trascienda los parámetros del mercado, de la simple imagen o de la comunicación denominada eficaz. En efecto, se requiere una resignificación y redimensionamiento en la perspectiva de un lidreazgo inspirador que consulte la vida interior del ser humano, el sentido y significado de la autorealización personal sin desmedro de la cohesión social y la trascendencia de índole cultural.