En el occidente de Venezuela es muy común ver a individuos que, en condiciones de pobreza, transitan por las calles con unas imágenes de San Benito de Palermo en sus brazos para pedir limosna. Esas imágenes sagradas están fuera de la custodia de la Iglesia Católica: han sido liberadas de su institución, doctrinas y tradiciones para servir al sustento económico de un grupo de hombres y mujeres. En este trabajo nos interrogamos sobre la representación que estos individuos se hacen sobre la religión y si distinguen entre lo religioso y lo secular, en el contexto de las prácticas que les sirven de sustento. También indagamos en las representaciones que hacen los creyentes acerca de estas prácticas. Para algunos, la intercesión del Santo legitima la búsqueda de dinero, para otros, la oportunidad de estar frente al Santo, tocarlo o bailarlo merece un pago para quien lo lleva a cuestas. Este libro ofrece precedentes para el estudio de uno de los cultos sincréticos más extendidos en Venezuela, y puede interesar a profesionales e investigadores de la antropología, así como a aquellos que buscan comprender la diversidad religiosa.