Así que pasen cinco años (1931) constituye la única comedia irrepresentable terminada del dramaturgo Federico García Lorca. El descubrimiento de la correspondencia entre él y el pintor catalán Salvador Dalí fue el detonante de la idea de interpretar el texto lorquiano a partir de ciertos principios del surrealismo. De allí que su argumento se presente como la oportunidad perfecta para tender puentes entre el teatro y otras expresiones artísticas. En este sentido, la obra funciona como una superficie cruzada por influencias múltiples, conexiones que prolongan la relación entre los dos artistas más allá del tiempo y el espacio. Este carácter de encuentro potencial halla sustento en el montaje que un grupo de actores hiciera en la ciudad de Caracas en 2010. Los seis ensayos breves que conforman la publicación podrían ser útiles para interesados en el teatro de las vanguardias.