Al locurear sobre el contenido de las conversas, me pregunté si tenía sentido escribir un libro más sobre sexualidad, y, por más vueltas que le di a mis neuronas, sólo se me ocurrió una respuesta: "si tenía sentido". Es cierto que existen chorrocientos de escritos sobre sexualidad, pero el tema sigue siendo motivo de controversias y prejuicios en nuestras sociedades. Hay tanta desinformación sexual, que la poca y buena que nos llega no logra evitar que adolescentes y jóvenes sigan aventurando y jugando a la ruleta rusa con su práctica sexual, con resultados no deseados y engrosando la lista de familias disfuncionales o inexistentes. Y pensé: "una relación de pareja no es tarea fácil y sólo logra ser verdadera y auténtica cuando ambos, juntos y a la vez, luchan y se esfuerzan para que así sea, sin importar que tan difícil y dolorosa pueda ser". Intento que este libro sea diferente a los demás, que no sea del montón, que contribuya a que hombres y mujeres reconozcan su derecho a disfrutar plenamente de su sexualidad sin el velo del "pecado de la concupiscencia" pero si de manera responsable y honesta con ellos y ellas mismas... y con sus parejas.