Actualmente el desarrollo de distintas teorías y enfoques respecto a la enfermería han contribuido, no sólo a definir las competencias profesionales, sino la especificidad misma de las funciones del enfermero en las organizaciones de salud. Hoy, se toma en cuenta al profesional de enfermería como integrante de una profesión en cambio y en crisis, donde debe posicionarse con el resto del equipo de salud, en igualdad de jerarquía e importancia, sobre la base de la autoreflexión y la crítica formal, alejándose el propio profesional de estas construcciones culturales que nada bueno aportan a su desempeño y estima. Reconociendo la necesidad de una gestión y liderazgo motivacional orientado hacia organizaciones inteligentes y agentes felices.