Los hombres de Juan de Vadillo (1538), empezaron a caer enfermos a causa de las fiebres e iban tan mal por el camino que aún las niguas tuvieron una mortífera influencia, pues ocasionaba llagas cuya cura no se conocía y los obligaba a rezagarse en la retaguardia, muriendo lastimosamente en plena selva. El propio Vadillo enferma gravemente e incluso recibe la extremaunción. Pero logra salvarse y, una vez repuesto, prosigue al sur con su ejército bajo inauditas penalidades . (Friede, 1963). El capitán Jorge Robledo (1540), cayó al lecho con gran fiebre acompañada de pies hinchados y muy sonrosados y con fuerte picazón en los dedos. Que de tal dolencia se quejaban también algunos soldados. El médico que acompañaba a la expedición no conocía la dolencia ( ), pero intuyó que podía ser enfermedad propia de la tierra que pisaban los visitantes. ( ), ante esta conjetura hicieron llamar una india curandera, quien examinó los pies del ilustre enfermo, y sin decir alguna cosa salió y volviócon unas tunas o chuzos muy agudos a manera de agujas, y se puso a la benigna tarea de sacar niguas, operación que debió ser dolorosa pero remedio efectivo . (Cieza, 1880).