Se discute la pertinencia de los conceptos políticos generados para el marco institucional del liberalismo, en una sociedad que ya no conserva los márgenes legales, de funcionamiento y de articulación propios de la modernidad. ¿Es correcto hablar de ciudadanos y de relaciones de ciudadanía en la sociedad posmoderna? o es necesario generar y utilizar un marco conceptual mucho mas dinámico que se adecue de manera más exacta a las nuevas realidades sociales y políticas de la era de la globalización. Es un texto en el que con agilidad se aborda, desde una óptica propia, una discusión en la que la teoría política y sus conceptos no son un corpus ajeno a la vida cotidiana de los individuos posmodernos y de sus prácticas de inserción en la vida comunitaria y que por ello no constituyen un campo exclusivo para especialistas, sino que simplemente se trata de un recurso más, al alcance de los hombres y las mujeres, para lograr construir un mundo donde se pueda vivir mejor.