En los conflictos armados contemporáneos, los civiles constituyen la mayoría de las víctimas y, en ocasiones, se convierten en objetivos deliberados. La protección de los civiles es un objetivo básico del derecho internacional humanitario. Muchas partes de los conflictos armados, como los grupos rebeldes, los terroristas y las fuerzas gubernamentales, utilizan a los civiles como arma de guerra para alcanzar sus objetivos. La protección de los civiles es tanto una obligación moral, ya que toda persona tiene derecho a no ser privada de su vida de forma arbitraria, como una obligación legal para todos los Estados de proteger a los civiles en situaciones en las que están involucrados en acciones militares.El conflicto entre Israel y Palestina, que dura un siglo, es uno de los enfrentamientos más violentos que ha presenciado el mundo. La carta de la ONU prohíbe el uso de la fuerza por parte de los Estados, sin embargo, en virtud del artículo 51, un Estado puede usar la fuerza en defensa propia. Este trabajo sostiene que la probabilidad básica de reclamar el derecho sigue siendo baja porque la referencia explícita al artículo 51 acompaña a la incertidumbre del éxito de la justificación. El disfrute de este derecho inherente se complica aún más por la existencia de un amplio derecho internacional humanitario que obliga a los Estados a abstenerse de atacar objetivos civiles.
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