Este ensayo pretende hacer justicia a un cuadro, Les fascinés de la Charité, a su autor, Georges Moreau de Tours (1848-1901), y al protagonista del cuadro, el neurólogo Jules Bernard Luys (1828-1897), representando el cuadro una sesión pública de hipnotización de pacientes histéricas por parte del equipo del departamento, entonces dirigido por Luys, en el Hôpital de la Charité. Aunque a veces se reproduce, sobre todo en libros y artículos sobre los orígenes de la psiquiatría, el cuadro nunca ha sido objeto de un estudio en profundidad, a excepción de las pocas páginas que le dedica Annick Opinel en su libro Le peintre et le mal (El pintor y el mal), al que volveremos más adelante. Expuesto en 1890 en el Salón de los Campos Elíseos y, el mismo año, en Reims.