El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) es el más poderoso en México. Por su extensión territorial, que abarca toda la República Mexicana, y por su número de agremiados, que se calculan en más de un millón, ocupa un lugar estratégico entre los sistemas educativo y político mexicanos. Por ello, desde 1943 en que se instituyó, y de manera especial a partir de 1989, sus dirigentes ejercen poder político de manera metaestatutaria. El diseño institucional como grilla (o retícula) lo permite, facilitando la movilidad horizontal y vertical de los líderes en su trayecto político sindical. Tanto institucionales como de la oposición interna, gobiernan el sindicato de forma consociacional. Motivados por incentivos económicos, morales y personales, se mueven y toman posiciones para ampliar su espacio de poder político.