En estos tiempo se viven profundo cambios sociológicos que ha obligado a los mercados municipales a adaptarse a los patrones de consumo. Se percibe un proceso de selección natural donde los más competitivos sobreviven a la constante competencia de los demás formatos, en particular los supermercados. Además, los gobiernos municipales tienen una gran responsabilidad de apoyar la gestión pública para revitalizar la imagen y la competitividad de los mercados municipales. Por tanto, el mercado municipal debe identificar y corregir los factores que dificulten su desarrollo, incorporar una nueva fórmula de gestión integral que involucre a los diferentes actores sociales, empresariales y gubernamentales, para construir un formato comercial solido estructural y funcional. Es muy importante apostar a las personas como elementos de valor agregado y de ventaja comparativa.