Los pilares de la Iglesia cristiana, fundamentales para entender su proceso de fundación, se apoyan históricamente en cuatro etapas claramente diferenciadas: La etapa inicial, protagonizada por Jesús de Nazaret, cuya vida y enseñanzas se reflejan en los cuatro evangelios canónicos. La etapa apostólica, destacando la figura de Saulo de Tarso (Pablo), junto con las contribuciones de los discípulos Pedro, Santiago y Juan. La etapa de los patriarcas-padres de la Iglesia, quienes consolidaron las enseñanzas y estructuras iniciales. El período conciliar, cuando la Iglesia, ya estructurada y extendida por el Imperio romano, adquirió una configuración más formal y organizada. En este ensayo, el autor sigue la evolución de estas cuatro etapas, ofreciendo al lector una amplia perspectiva histórica. Se enfoca en los hitos y protagonistas principales que han dado forma a este largo proceso, desde Jesús de Nazaret hasta la celebración de los concilios ecuménicos.