Poeta y sacerdote son dos que me gusta leer, y ambos tienen sorpresas. Mörike las Cuevas del Albahaca de Suabia, Alabarderas menores de Westfalia. Es claro, distinto, con un sabor fuerte como el del jamón local. Invita a todos al banquete, "los de las vallas / los de los setos". Lo que está firmemente construido tiene un efecto casi heráldico. En "allenthalben" de repente hay el recuerdo de medio caballo y tal vez la mitad del abrigo de San Martín. Un día, alguien sale de la casa y considera llevar sus "cinco panes y dos peces" con él para hacer milagros testamentarios. También hay poemas más tiernos. En "Lisa" un viento sopla las nubes hasta que la lluvia es suave. Un mundo propio para las palabras que alguien tiene y necesita y que nadie roba. Hay una profunda confianza en los versos, en las extrañas metáforas, incluso en las cosas muy cotidianas; esto es raro entre los poetas. Esta es confiable y verdadera. Joy Markert, Noviembre 2020
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