Los antepasados de los indios modernos se trasladaron a América desde Asia Oriental. Sobre la base de los materiales arqueológicos, especialmente los recientes hallazgos en las laderas orientales de las Montañas Rocosas y las praderas occidentales, se demuestra que el asentamiento de América tuvo lugar ya en el período postglacial, en la etapa del Paleolítico tardío o incluso del Mesolítico (hace 15 a 10 mil años), que se produjo en varias oleadas separadas entre sí por un tiempo significativo. Las formas de asentamiento eran el Estrecho de Bering y Alaska. En las excavaciones, junto con los huesos de animales extintos se encontraron antiguos utensilios de piedra, en base a los cuales se descubrió que los primeros alienígenas cazaban y pescaban, tenían hachas de piedra, arco y flechas, redes de mimbre, ropa de cuero y un perro domesticado, cerámica. Sobre esta base, varias culturas se desarrollaron más tarde en diferentes partes de América. Al establecerse en el vasto continente, los indios se dividieron en varios tipos antropológicos. Pero las diferencias entre estos tipos son tan insignificantes que su pertenencia a la misma raíz es indiscutible.