"Sigo pensando en esa otra. Ya no soy Anastasia, ni Anne, ni Molly. Ya no soy nadie, parece. Y el sueño termina. No son los disparos, ni las bayonetas, ni la muerte de un hijo, ni el deseo apagado, ni la mentira, ni los temores apabullados con violencia. Es la vida la que me desnuda, y el vestido se viste de una luz dura de la mañana, y el viento helado transpira mi vestido húmedo. Y mi sexo se apaga. Porque el sueño termina, para todos. No porque la mujer o el hombre... No más tumbas de adanes o evas. El sueño termina porque el mundo no está dormido, sino agonizando. Y el sueño termina porque cada mañana esta mujer que antes caminaba entre risas, ya se cansó de soñar, y decide acompañar el último suspiro de un mundo muriendo entre monedas y sangre". Fragmento de "Molly".