Había una vez en el país de Us un hombre llamado Job: hombre cabal, recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. Le habían nacido siete hijos y tres hijas...Yahveh dijo al Satán: " ¿De dónde vienes?" El Satán respondió a Yahveh: "De recorrer la tierra y pasearme por ella." Y Yahveh dijo al Satán: " ¿No te has fijado en mi siervo Job? ¡No hay nadie como él en la tierra; es un hombre cabal, recto, que teme a Dios y se aparta del mal!" Respondió el Satán a Yahveh: "Es que Job teme a Dios de balde? ¿No has levantado tú una valla en torno a él, a su casa y a todas sus posesiones? Has bendecido la obra de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país. Pero extiende tu mano y toca todos sus bienes; ¡verás si no te maldice a la cara!" Dijo Yahveh al Satán: "Ahí tienes todos sus bienes en tus manos. Cuida sólo de no poner tu mano en él." Y el Satán salió de la presencia de Yahveh.