Peio, llevaba varios días sin dejarse ver por la herriko. Su móvil parecía desconectado. Aquella mañana apareció. Sabía que estábamos en el santuario para preparar lo de Mariví. -egun on txakurras ¿cómo llevamos lo de San Martín? Será cerdo o cerda. Sonó mal. Peio no era de esos. Mikelontxo y yo nos miramos y entendimos que había que guardar silencio. Peio no había terminao. -lo dejo. Yo no voy a asustar a la familia de Mariví. Es buena gente. Incluso Inaxio que fue legía. Joder, si hasta Ander, el hermano pequeño de Mariví, fue de la cuadrilla y jugamos en el Deusto. Mikelontxo, intervino. Era el líder natural: -sí, sí, y la amama prepara un bacalao que te mueres ¿y qué? Estamos en la lucha armada y nada de eso Peio debe afectarnos. Sabemos que estas cosas nos pueden pasar. Pediremos que te mantengan al margen.
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