Los largos períodos de internación y encierro que conlleva la Institución Total (Goffman) alienan al sujeto, silenciándolo, estigmatizándolo, aún más. El lugar de paciente en el que son ubicadas las internas, condice con el de "objeto". Se impone la rutina hospitalaria sin atender las necesidades particulares de cada una de ellas, identificándolas por su patología, ofreciéndoles una sala común, con largas horas de mate y pasividad . El espacio de musicoterapia se ofrece entonces, como un espacio humanizante, les ofrece el reencuentro con la música en general y sus músicas en particular, resignificando su historia y habilitando una expresión propia, particular y diferente en cada una. La intención de este trabajo es la de conocer la opinión de las participantes acerca del dispositivo musicoterapeutico del cual forman parte. Conocer la percepción subjetiva, no solo desde la instancia clínica, sino por fuera de esta, promoviendo un espacio de expresión, les otorga un lugar activo y define parte de sus derechos.