Las manifestaciones dermatológicas durante la enfermedad inflamatoria intestinal crónica (EII) son frecuentes y polimorfas. En muchos casos, pueden revelar una enfermedad de Crohn o una rectocolitis hemorrágica. Se distinguen las afecciones dermatológicas asociadas directa o indirectamente a la EII. Las dermatosis específicas se definen por un granuloma gigantocelular sin necrosis caseosa con lesiones contiguas y lesiones metastásicas. Las dermatosis reactivas más frecuentes son el eritema nodoso, la aftosis oral y el pioderma gangrenoso. La EII puede asociarse a dermatosis carenciales, las más frecuentes de las cuales son las carencias de hierro y zinc. Los trastornos dermatológicos asociados al uso de tratamientos indicados para la EII son bastante frecuentes. Cada vez se notifican más erupciones cutáneas con anti-TNF¿, como reacciones en el lugar de la inyección, reacciones paradójicas y reacciones eczematiformes. Por lo tanto, es esencial una estrecha colaboración entre gastroenterólogos y dermatólogos para optimizar el tratamiento de estos pacientes.
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