El bosque mesófilo de montaña es una comunidad vegetal de distribución restringida a ciertas áreas de los macizos montañosos de México, cuyas pendientes reciben constantemente la humedad proveniente del mar. Es la Sierra Madre Oriental, la que presenta una franja más o menos continua, con este tipo de comunidad vegetal. La superficie de este bosque ocupa el 1%, pero posee el 10% de plantas conocidas en el país. De la diversidad vegetal en este tipo de bosque se tiene que 450 (18%) son árboles y muchos tienen algún uso o importancia forestal, por lo cual debería haber mayor interés por incrementar el conocimiento que se tiene de ellos y aplicarlo a su manejo. La plantación o cultivo de árboles tiene un papel importante para recuperar áreas boscosas que han sido taladas para desarrollar actividades agropecuarias y que después fueron abandonadas por distintas causas. Una plantación no es lo mismo que un bosque, pero la presencia de árboles puede acelerar la colonización de especies de plantas autóctonas y facilitar el repoblamiento de la fauna desplazada de su hábitat. La recuperación de las áreas boscosas favorece la recarga de acuíferos y detiene la erosión del suelo.