La traducción de los marcadores culturales, de ahora en adelante abreviados con las letras (MC), representa uno de los mayores desafíos teórico-prácticos a los que puede enfrentarse un traductor en su labor cotidiana. Para la filóloga española Leticia Herrero Rodes, los MC son un concepto clave en el proceso traductológico, en tanto ellos dan cuenta de las competencias culturales y lingüísticas que debe poseer un profesional de la palabra escrita para transmitir, en la medida de lo posible, el alcance semántico, semiológico, simbólico que lleva en sí una palabra, vocablo, término a una lengua de destino: "el léxico que designa el acervo cultural de una comunidad presenta un problema de traducción porque su referente, por definición, es representativo de una cultura particular" (1999: 131).