La calidez humana en el servicio se ha perdido, la atención personalizada es cada vez más difícil en el mundo agresivo y agitado de hoy. El cliente es solo un número más en la caja registradora y no una persona que requiere de la adecuada atención a sus necesidades, a sus sentimientos y al respeto que merece como motor integral del desarrollo empresarial. El cliente externo es el reflejo del cliente interno. Empresas exitosas en la atención al cliente reflejan la calidad de su atención en el desarrollo de valores e internalización de sus empleados en estos principios, respeto y solidaridad, pero también en una profunda vocación de servicio de todos los integrantes de la organización. Como reza la política de las empresas Disney: Nuestros clientes son nuestros invitados .