El siglo XXI, se ha venido desarrollando mediante el proceso de globalización desde una perspectiva social y económica muy marcada, las organizaciones deben enfocarse en mejorar su imagen corporativa, construir su branding, ofrecer sus productos de optima calidad, brindar un excelente servicio en la venta y en postventa, en realizar sus actividades con responsabilidad social corporativa, deben identificar sus elementos diferenciadores, ampliar sus canales de comunicación, generar valor agregado para satisfacer las necesidades de los clientes. Las compañías deben aprovechar las plataformas tecnológicas, hacer buen uso de Internet y de las redes sociales, realizar estrategias publicitarias y comerciales on line efectivas en relación a las tendencias de consumo e incluso despertar emociones en sus clientes para que exista un proceso de compra y de fidelización de los mismos, las empresas deben superar las expectativas de los consumidores para garantizar la perdurabilidad organizacional en los mercados que cada vez son más competitivos y dinámicos.