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Un testimonio fidedigno, de lo ocurrido a un Profesor Universitario cubano preso en las cárceles de su país, por el intento de salida ilegal del mismo, donde es un delito tipificado. Abusos sexuales y humillaciones que padeció, por parte de carceleros e inclusive por otros presos, descrito con "pelos y señales". Donde la sexualidad y la ruindad del hombre se ven desdobladas infinitamente cuando el mismo está en confinamiento carcelario. Un relato desgarrador de lo inhumano que puede ser el Castrismo en la Isla, y que no "MÁS SE PERDIÓ EN CUBA", -como dicen los españoles- sino que más la han…mehr

Produktbeschreibung
Un testimonio fidedigno, de lo ocurrido a un Profesor Universitario cubano preso en las cárceles de su país, por el intento de salida ilegal del mismo, donde es un delito tipificado. Abusos sexuales y humillaciones que padeció, por parte de carceleros e inclusive por otros presos, descrito con "pelos y señales". Donde la sexualidad y la ruindad del hombre se ven desdobladas infinitamente cuando el mismo está en confinamiento carcelario. Un relato desgarrador de lo inhumano que puede ser el Castrismo en la Isla, y que no "MÁS SE PERDIÓ EN CUBA", -como dicen los españoles- sino que más la han arruinado económica, política, social, y educativamente los gobernantes actuales, desde el momento que usurparon el poder por la fuerza y de forma supuestamente revolucionaria, sin embargo anteriormente habían actuado contra otros gobiernos legítimos o no en Cuba; como el ataque al Cuartel Moncada en el Oriente del país, pero que en esos momentos no se les llamaban como debieron ser denominados a todos los Castros, Ernesto Che Guevara, y demás secuaces; TERRORISTAS. Algunos de los cuales hoy arrepentidos, caminan entre nosotros por las calles de ciudades europeas y estadounidenses, especialmente en Miami, porque los que éramos niños o nacieron con el triunfo de la "robolución" tuvimos o tenemos que aun soportar ese régimen de oprobio y malignidad. Aquí se narran hechos debido a las actuaciones de estos personajes, que se empezaron a engendrar en Cuba el primero de enero de 1959.