Polifacética, de diversas caras y de múltiples expresiones la maldad se ha hecho manifiesta. Para lograr pasar de un espacio de la abstracción a la realidad, es necesaria la ¿acción¿, como un final de experiencias vivas, donde el mal aparece en nuestra historia. Mapiripán ¿un municipio del Meta, donde los malvados entraron y como carroña, aprisionaron a sus pobladores y celebraron la barbarie¿ es el punto focal de este proyecto, en el cual, procurando desde un análisis fenomenológico (más que dar cuenta a una explicación de las acciones de los paramilitares), se confiere un posible entendimiento de los sucesos atroces de una masacre. Ha de pretenderse desde el arte, traspasar el confín de la contemplación a una dimensión de vivencia activa, en donde el mal hace presencia a través de los actos de la masacre, y nosotros como espectadores obtengamos la capacidad de determinar un juicio.