Se asume que las tasas de mineralización de la materia orgánica (MO) son controladas por los factores estabilizadores del suelo como la textura, tipo de arcilla y el grado de saturación con MO. Durante 24 meses en cuatro suelos con distinto tipo y contenido de arcilla, con bajas cantidades de MO, se incorporó residuos de alfalfa cada seis meses, con un control sin aplicación. Se evaluó las tasas de acumulación de MO en las diferentes fracciones del suelo, las tasas de mineralización de carbono (C) y nitrógeno (N) junto con la evolución de CO2 y N mineral del suelo. La diferencia de C entre los suelos con y sin alfalfa, aumentó en el tiempo. Sin embargo, este aumento no estuvo asociado a una acumulación de C proporcional en las fracciones de arcilla y limo. El incremento neto de C en la fracción liviana y de arena, coincidió con un aumento en la cantidad de CO2 y N mineral del suelo, indicando que la actividad microbiana se ubica en estas fracciones. Es probable que los efectos dela textura y tipos de arcilla se manifiesten en el largo plazo. A través de una cuidadosa calibración de un equipo de ultrasonido, es posible realizar una disrupción total del suelo en forma reproducible.